La ingeniera comercial entrega detalles sobre los principales proyectos de obras públicas en Chile, explica las medidas para abordar los desafíos del cambio climático, y se refiere a los avances de la reconstrucción tras los incendios en Valparaíso. Finalmente, comenta cómo se están enfrentando las brechas de género tanto en el ministerio como en rubros tradicionalmente masculinizados.
Respecto a la agenda de proyectos 2024 del ministerio, se ha dado prioridad a integración territorial y conectividad vial, con un equivalente al 62% del presupuesto destinado. ¿Por qué se decidió destinar mayores recursos a conectividad vial y cuál es el estado de avance de dichos proyectos?
Históricamente el grueso del presupuesto se ha destinado a lo que denominamos obras para la conectividad (caminos, rutas estructurantes, aeropuertos, puntos de posada, obras portuarias, entre otros). Para este año, de nuestro presupuesto de inversión de 3.58 billones de pesos, el 72,3% está destinado a obras para la integración territorial y conectividad, lo que equivale a más de 2.5 billones de pesos.
Por otra parte, en nuestro plan de licitaciones de Concesiones 2023-2027, más del 90% de las inversiones son para este tipo de obras, con un total de USD 20.504 millones.
Como país hemos avanzado de manera importante en tener un eje estructurante (Ruta 5) con altos estándares. Sin embargo, hoy aún más del 50% de nuestros caminos son de ripio y es ahí donde tenemos que avanzar. Por una parte, con el plan de licitaciones de Concesiones trabajaremos por mejorar los estándares de la Ruta 5 y avanzaremos en este eje estructurante desde Arica hasta Chonchi, en la Región de Los Lagos; también en mejorar las condiciones de nuestros aeropuertos, y a través de inversiones directas del MOP avanzaremos en las vialidad rural, en obras portuarias, puntos de posadas, entre otros.
A modo de ejemplo, este año invertiremos MM$ 275.000 en el Programa de Mejoramiento de Caminos Rurales; avanzaremos en una cartera de 16 proyectos en la Ruta 7 en Palena y Aysén, que suman la pavimentación de 140 kilómetros; entregaremos cuatro nuevas barcazas para mejorar la conectividad lacustre en los lagos General Carrera y O´Higgins (Aysén) y dos en lago Ranco (Los Ríos), y mejoraremos la red primaria de aeropuertos por un total de MM$ 138.000.
En abril de este año, usted participó en el plenario sobre “Infraestructura resiliente para el Cambio Climático”, organizado por la OCDE. En el evento, se destacó la necesidad de realizar una inversión global de US$6,9 billones al año 2030 para enfrentar los impactos del cambio climático. ¿Cómo se está preparando Chile- desde el ámbito de acción que le confiere al MOP- para llegar a esta meta?
Efectivamente nuestro país es extremadamente vulnerable al cambio climático. Si miramos la información de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, tenemos siete de los nueve factores de riesgos presentes en Chile.
En respuesta a las lecciones que hemos sufrido los últimos años, estamos avanzando en adaptar nuestra infraestructura y edificación pública a los impactos del cambio climático. Esto implica un compromiso firme con el desarrollo de nuevas metodologías de diseño que incorporen un clima más adverso y también más extremo y fluctuante.
Actualmente, el ministerio está enfocado en la reconstrucción de la zona central del país, desde una perspectiva de resiliencia. Por ejemplo, estamos desarrollando un análisis con el equipo de puentes de la Dirección de Vialidad, que permitirá que los puentes con daños estructurales luego de las precipitaciones intensas en la región del Maule, sean reconstruidos considerando un diseño preparado para resistir caudales futuros estimados desde proyecciones climáticas, además de incorporar tecnología en el monitoreo de vanguardia en nuestras estaciones de la DGA.
Tenemos obras, diseños de infraestructura, pilotos y ejemplos que nos han permitido avanzar en esta línea, como el trabajo que se está realizando en Antofagasta en la Quebrada de Bonilla, en la Quebrada de Macul, en el Puente Bicentenario, entre muchos otros.
Mirando hacia el futuro, nuestro compromiso es avanzar en la creación de una infraestructura que no solo resista los desafíos del cambio climático, sino que también se adapte y evolucione con ellos. Es por esto que, en el cumplimiento de la ley marco de cambio climático, el Ministerio de Obras Públicas se encuentra en proceso de elaboración de sus planes de adaptación y mitigación, que establecerán una hoja de ruta para reducir la vulnerabilidad del sector al cambio climático y mitigar sus emisiones. Esto se realiza con la participación activa de distintos actores, tanto del sector público como privado, la academia, y las comunidades.
Las proyecciones climatológicas advierten que en las próximas décadas el país será más cálido y seco, parecido a lo que la zona centro-sur ha experimentado en los últimos años de megasequía. Desde el ámbito de acción del MOP, ¿qué medidas se están trabajando a corto y mediano plazo para hacer frente a este panorama?
Como ministerio nos estamos preparando para los nuevos escenarios que el cambio climático nos impone, que no son exclusivamente una megasequía o mayor escasez hídrica y aumento de temperatura, sino que también aumento de eventos extremos con sequías que son más pronunciadas, por lo tanto, cambian los regímenes hidrológicos, y también hay eventos de precipitación que son más intensos como los que ocurrieron el año pasado en la región de O´Higgins y en Maule. Entonces tenemos que mirar también esos componentes.
Para enfrentar este escenario, desde el MOP continuamos desarrollando nuestra cartera de inversiones con obras como el Plan de Embalses; nuevas plantas desalinizadoras, donde ya anunciamos una planta desalinizadora en Coquimbo de 1200 litros por segundo, y tres más en la misma región para abastecer los APR, además de pequeñas plantas desalinizadoras para abastecer otros APR del país. Esto fue posible gracias a la modificación legal que permitió al MOP construir obras de infraestructura hídrica multipropósito y no solo para riego, lo que seguramente va a seguir potenciando la construcción de embalses, desalinizadoras y las obras de cauce.
Junto a esto, estamos trabajando en un Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático en Recursos Hídricos y también estamos trabajando en un Plan Nacional de Infraestructura. Entonces, por un lado, están las obras que el MOP construye convencionalmente con un foco específico en las necesidades que estamos viendo hoy, y también hay un trabajo de planificación para el futuro, donde, por ejemplo, está comenzando la planificación de cuencas a través de los planes estratégicos de recursos hídricos en cuencas.
En lo que respecta a su rol como integrante del Comité de Reconstrucción, creado tras el incendio que afectó a varias localidades de la Quinta Región en febrero de este año. A la fecha, ¿cuál es el estado de avance del Plan de Reconstrucción de Incendios y cuáles han sido los principales desafíos?
Como Ministerio de Obras Públicas tenemos un rol muy acotado en este proceso que es el de la demolición de las viviendas siniestradas. Hasta el 26 de abril, el Ministerio había demolido 437 viviendas, labor que está a cargo de la Dirección de Arquitectura del MOP en la Región de Valparaíso. Sin perjuicio de esto, los propietarios han demolido 861 viviendas, lo que determina que a la fecha se haya ejecutado un 56% de las obras de demolición del total.
Respecto a los desafíos, hay varios que hemos debido enfrentar y en los que estamos avanzando. El primero, es un desafío más bien social que tiene que ver con las noticias falsas y desinformación, que en varias oportunidades ha dificultado este proceso. Por otra parte, también tenemos desafíos técnicos relevantes como, por ejemplo, en sitios donde había un conjunto de viviendas solo se decreta la demolición de algunas, por lo que nos obliga a tener un trabajo de mayor precisión. También tenemos un desafío en el trabajo en las quebradas, donde hay un acceso limitado, y este trabajo debemos hacerlo de manera manual por la dificultad de llegar con maquinaria.
Uno de los objetivos de este gobierno- y los que lo han antecedido- es incorporar el enfoque de género. Sabido es que en el mundo de la ingeniería las tasas de participación de mujeres son bajas. En las áreas relacionadas con la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas apenas un 19,7% de quienes se matriculan en primer año de educación superior son mujeres (MINEDUC). ¿Cómo ha incorporado el Ministerio de Obras Públicas el enfoque de género y cómo ha sido su experiencia considerando que es la segunda mujer en liderar este ministerio?
Según datos de la OIT, la construcción es el sector más desequilibrado en cuanto a género: las mujeres representan en promedio un 7% a nivel mundial. En este ámbito altamente masculinizado, en el ministerio contamos con un promedio de contratación de mano de obra de un 9% de mujeres y la región que destaca por su mayor nivel de empleo es Los Lagos con un 14,2% de mujeres en obras (según datos de las contrataciones de empresas ejecutoras de obras del Visor de Empleo de la Dirección General de Obras Públicas).
Para aumentar esta cifra, estamos trabajando en varias líneas de acción: en los cambios normativos que se realizaron al DS75 a comienzos de abril, destaca que a contar de ahora se les va a instruir a las empresas contratistas que declaren que al menos el 10% de su dotación sea contratación femenina, la idea es avanzar en poner el foco en el tema y efectuar un seguimiento para el cumplimiento normativo. Así también estamos incorporando la perspectiva de género en espacios públicos, para que aeropuertos, autopistas, edificios públicos y sistemas de aguas potable rural, sean diseñados y proyectados haciéndose cargo de inequidades, brechas y barreras existentes. De igual forma, también tenemos la misión de que la gestión responsable del recurso hídrico no excluya a cientos de mujeres que permiten día a día que sus comunidades cuenten con agua potable rural.
En esa misma línea, se actualizaron las Bases de Prevención de Riesgos para Contratos de Obras Públicas, con Perspectiva de Género, lo que da una clara línea de cómo las empresas contratistas del MOP, deben asegurar el buen trato con ambientes libres de violencia, cuidado y resguardo de la salud ocupacional. Se están realizando habilitaciones en regiones sobre esta materia y también, se incluirá la actualización del convenio N°190 y la Ley Karin en los procedimientos y en el Reglamento de Orden, Higiene y Seguridad del MOP, cuyo énfasis es promover la igualdad.
Además, estamos trabajando en la política de género del ministerio, en donde buscamos incorporar la transversalización de género, avanzando en el fortalecimiento institucional de los objetivos estratégicos y gestión interna del ministerio. Asimismo, las Direcciones MOP están realizando los concursos para acceder al sistema de teletrabajo, que enfatiza la labor de cuidados y corresponsabilidad entre personal MOP. Actualmente estamos lejos de la paridad, pues el 35% de nuestra dotación son mujeres, aunque hemos avanzado de manera importante en contar en los cargos de alta responsabilidad con mujeres.
Jessica López Saffie
Ministra de Obras Públicas